"...el cuento literario condensa la obsesión de la alimaña, hace perder al lector contacto con la desvaída realidad que le rodea, arrasarlo a una sumersión más intensa y avasalladora. De un cuento así se sale como de un acto de amor, agotado y fuera del mundo circundante, al que se vuelve poco a poco con una mirada de sorpresa, de lento reconocimiento, muchas veces de alivio y tantas otras de resignación"
Julio Cortázar: "Del cuento breve y sus alrededores"

miércoles, 29 de mayo de 2013

"El ciclista" de Tim Krabbé.

La narración nos introduce en los pormenores de una carrera amateur como cualquiera que se celebra en nuestras ciudades ya sea corriendo o en bici, con personajes que son sombras y no nombres, cargados de nervios a pesar de no competir más que contra uno mismo; con las inseguridades propias de atletas de barrio que, por mas que no se juegan nada, no son capaces de abandonar los miedos y que sospechan de todos los que aparentemente pueden correr más que uno. SEGUIR LEYENDO.

miércoles, 22 de mayo de 2013

El honor perdido de Heinrich Böll.

Hay libros que te persiguen durante años. Algunos los compras fascinado por una publicidad engañosa, lo empiezas y, al caer en la trampa, lo abandonas decepcionado; otros, lo coges de la biblioteca una y otra vez pero nunca los llegas a terminar, tal vez por la sensación de apremio del límite impuesto, o por una falsa condescendencia ante lo que no es propio. Otros, en cambio, te los prestan y, tras dos mudanzas, tres hogares, seis diferentes estanterías y 12 años, surgen de nuevo para tí, como un buque a la deriva.
Recuerdas que ese antiguo amigo te lo pidió, y tú, violentado por la presunción de culpabilidad, le reprochaste insistentemente su insinuación y le gritaste, incluso, que ya se lo habías devuelto. En cambio, un día aparece, te sonríes recordando el momento, y comienzas a leerlo sin pretensión, sin recordar porqué no lo terminaste y se lo devolviste. Y descubres tras una o dos páginas que es una obra maestra. SEGUIR LEYENDO

viernes, 10 de mayo de 2013

¿Isaac Asimov? Me suena.

Hace unos días un alumno, concrétamente un peculiar y apasionado adolescente. <rara avis>, me recomendó leer a Asimov. En un principio pensé que se trataba de una enajenación mental transitoria producida por las hormonas, pero su fervorosa exhortación e insistencia me hizo pensar en Isaac Asimov.
Enseguida recopilé los diferente apuntes mentales que tenía en mi cerebro del escritor ruso (supuse su nacionalidad y en esto acerté, aunque viviera practicamente siempre en Estados Unidos). Además de ruso, me vino por Asimov, científico, prolijo (en su producción artística) para mí sinónino de literariamente pobre, "Yo, robot", supongo que por la película, y energía nuclear. Esto último, no sé  el porqué; desconozco las conexiones y los intrincados caminos de mis neuronas). SEGUIR LEYENDO...